En los años 70, Emérito Fernández daba vida a Juventud y Cultura, una organización que nació con mucha ilusión ofreciendo viajes a pequeños grupos de estudiantes para aprender idiomas en el extranjero, en concreto en Irlanda. Desde entonces, ha continuado creciendo y evolucionando, llegando hasta Canadá, Estados Unidos, Europa y Australia, ofreciendo una inmersión lingüística y cultural en los países de destino, bien sea en inglés como en otros idiomas, además de gestionar cursos de español en España para estudiantes extranjeros.
Debido a su gran expansión y adaptándose a las necesidades del mercado, vio necesaria la evolución digital en su empresa y el progreso en la comunicación, ya que se ha incrementado la competencia en el sector y los clientes cada vez valoran más los servicios que se les ofrece. La compañía necesitaba facilitar las inscripciones añadiendo la alternativa online, implementar la seguridad de los datos que archivan y organizar toda la gestión documental de los datos en base a la nueva normativa RGPD (Reglamento General de Protección de Datos).
Luis José Ferreiro Moreno, Director Ejecutivo de Juventud y Cultura afirma: “Gracias a nuestra experiencia, conocemos y podemos elegir las organizaciones internacionales con las que colaboramos para asegurar que el servicio que ofrecemos a los estudiantes sea todo un éxito. Nuestro equipo está formado tanto por la plantilla de 8-10 trabajadores que están en la oficina como por nuestros colaboradores internacionales. Somos una organización muy cercana al cliente e intentamos apoyar al estudiante y a los padres para cubrir sus necesidades y conseguir que su experiencia en otros países sea una gran experiencia positiva a todos los niveles”.
Gracias por la interesante historia, me gustó mucho. La educación y la contribución al desarrollo de la juventud son una parte muy importante de nuestra vida y se nos debe dar mucho tiempo. Aprender idiomas es muy importante y muy bueno, porque existen herramientas que permiten a los estudiantes de diferentes países intercambiar conocimientos. El aspecto técnico no es menos importante, y me alegra que existan para contarnos sobre cosas tan maravillosas en el mundo de la tecnología que permiten que personas de diferentes países encuentren un idioma común.