La Association for Unmanned Vehicle Systems International (AUVSI) prevé que el sector de los drones creará en los próximos años unos 100.000 nuevos puestos de trabajo, y que tendrá un impacto económico de unos 82.000 millones de dólares. Unas cifras con tantos ceros suponen muchas posibles oportunidades, de las que es bueno saber cómo poder aprovecharlas.
Con una legislación que podría cambiar rápidamente en lo que a vuelos de drones comerciales se refiere, las posibilidades van mucho más allá de la que primero nos viene a la cabeza, la mensajería. En realidad, los drones tienen el potencial para transformar varios sectores, y también la forma en la que éstos operan. Estos son algunos ejemplos:
La logística: los drones pueden integrarse fácilmente en los procesos de trabajo del sector logístico, por ejemplo desplazándose entre almacenes muy distantes entre sí para hacer inventario. Esto podría acelerar las alambicadas dinámicas de los almacenes, pero también, a largo plazo, podría incluso vaciar de camiones nuestras carreteras.
Mantenimiento: también pueden realizar tareas de mantenimiento, en el control de estado de líneas eléctricas, generadores eléctricos u otras grandes construcciones energéticas o de cualquier otro tipo de grandes infraestructuras, como líneas de tren, puentes, barcos, etc.