En el sector veterinario de pequeños animales (nombre por el cual se conoce a los veterinarios de mascotas como perro gato y exóticos) tenemos dos figuras principales, ambas necesarias: por un lado tenemos al veterinario clínico y, como equivalente al enfermero en medicina humana y por otro, tenemos al auxiliar técnico veterinario, conocido también por sus siglas como “ATV”.
Funciones del auxiliar veterinario
Como cualquier enfermero, el objetivo teórico del auxiliar veterinario es la de asistir al veterinario clínico principalmente en aquellos procedimientos más prácticos (sacar sangre, poner vías, sondas de alimentación, monitorización…).
Dentro de las clínicas veterinarias, el perfil de auxiliar veterinario es extremadamente útil en la hospitalización, dando soporte y monitorizando los animales que necesitan cuidados intensivos.
Además, también tienen una función principal en otras áreas como la de quirófano ayudando en la operación y dando soporte al veterinario clínico en sus procedimientos quirúrgicos, en el laboratorio procesando muestras e incluso en recepción haciendo el triaje de los animales más graves priorizando algunos casos críticos que no pueden esperar.
¿Qué pasa en Inglaterra?
Para obtener la titulación de “nurse”, como lo llaman allí, se necesitan unos 3-4 años de estudios a jornada completa. De ahí que sean extremadamente prácticas y sus responsabilidades correspondan a las que teóricamente están asignadas a su puesto de trabajo.
Esto hace que las nurses sean esenciales en cualquier clínica anglosajona ya que están mucho más especializadas en procedimientos más prácticos y dejan más libertad al veterinario para realizar su función principal: razonar, diagnosticar y tomar decisiones.
¿Qué pasa en España?
Desgraciadamente, España está lejos de los países británicos en este aspecto. Las ATV no salen suficientemente preparadas por lo que no sacan el trabajo que deberían sacar.
Esto muchas veces en las clínicas se traduce en una disminución de sus responsabilidades limitándolas a limpiar, recibir llamadas y sujetar a los pacientes mientras los veterinarios se dedican a realizar el resto de procedimientos de la clínica.
Remuneración del ATV en España
Respecto al salario a recibir, no se trata de un sector bien pagado. Los veterinarios tienen un sueldo mínimo según convenio de 18.200€ brutos anuales, lo que se traduce en a penas 1300€ netos al mes en 12 pagas.
Mientras tanto, el auxiliar clínico veterinario todavía tiene un salario mínimo menor 14.979€ brutos anuales lo que se traduce en 1126,5€ netos mensuales en 12 pagas.
Pero tranquilos… todavía al luz al final del túnel (al final del artículo os explicamos la solución).
Problemas de formación de un ATV
El problema principal es la gran cantidad de ATV que hay cada año en España y los niveles de conocimiento con los que salen año tras año.
El problema
La profesión de ATV no está regulada a nivel nacional, esto quiere decir tres cosas:
- No existe ninguna FP ni ninguna enseñanza pública que la imparta
- El 100% de academias son privadas y no están obligadas a ceñirse a ningunos contenidos mínimos
- Cualquiera puede dar un título de ATV
Esta situación tiene como resultado que los títulos de auxiliar técnica veterinaria **“se regalen” (**se han llegado a vender cursos en Groupon por a penas 400€).
Teniendo como consecuencia la creación de una plantilla de ATV españoles con capacidades muy inferiores a las necesarias para desempeñar su función.
La solución
Ahora os desvelaremos cuál es la luz al final del túnel. Tenemos unos salarios bajos, pocas responsabilidades y mucha competitividad la cual está poco calificada. Esto quiere decir que es relativamente fácil destacar por encima de la muchedumbre.
La mejor solución para asegurar un puesto de trabajo, tener responsabilidades y optar a un mejor sueldo es ser lo más parecida a una “nurse” de Inglaterra. Se debe mostrar mucha actitud, debes formarte en los mejores centros y tratar de absorber los mayores conocimientos posibles para ser relevante en tu trabajo y liberar al veterinario de las funciones más prácticas.
¡Debes ser útil!.
