Desde hace décadas, la ropa interior femenina ha variado hasta convertirse en una prenda indispensable en el armario de cualquier mujer. Los colores blanco y negro dieron lugar a todo un abanico cromático que permitió que las ventas de este tipo de productos se disparasen. Además, la aparición del hilo, del tanga, de los push up o de los balconet dinamizó el sector y convirtió la lencería de señora en una moda cambiante y seductora.
Pero lo que pocas veces se había planteado con anterioridad es lanzar al mercado ropa interior femenina que fuese de exterior, es decir, que se combinase con otras prendas y que sirviese para salir a la calle sin complejos, de forma rompedora. En ese nuevo contexto ha surgido el bralette, mitad top, mitad sujetador y una de las tendencias en lencería sexy femenina de cara al próximo verano.
Lo más destacable del bralette es la facilidad con la que se adapta a cualquier estilo de vestimenta. Según el color y el modelo, puede encajar a la perfección tanto en un contexto elegante como en un ámbito más informal, dando un toque sexy y atrevido a cualquier indumentaria en la que se incluya. Se pueden combinar, además, tanto de día como de noche, rompiendo con la ya anticuada idea de que la lencería externa es solo para salir de fiesta o acudir a una cena. Los vestidos lenceros o los sujetadores con una camiseta con transparencias son dos opciones muy válidas para lucir tu ropa interior a la luz del sol y sin complejos.
El bralette permite también la superposición de prendas, combinando así un sujetador con un vestido, o bien un vestido lencero sobre una camiseta estampada. Se trata de una opción absolutamente novedosa y el último grito en las pasarelas de medio mundo, sin embargo también resulta algo arriesgada puesto que es fácil desentonar si no se mezclan colores y modelos de forma acertada. Sin embargo, es innegable que este estilismo se está abriendo paso poco a poco en el armario de multitud de mujeres, poniendo a prueba su buen gusto y dando un paso más en el mundo de la ropa interior femenina.
Por último, el estilismo bralette permite también la recuperación de los corsés, prenda sexy y atractiva donde las haya que sin embargo siempre estuvo relacionada con la opresión de la mujer. Esto dio lugar a su completa eliminación de la moda femenina de calle, relegando todo tipo de corsé al mundo del erotismo. La moda del bralette, sin embargo, lo ha recuperado e incorporado a los looks más transgresores y atrevidos, dando un toque sensual y salvaje a las mujeres que comienzan a vestirlos. El resultado es genial y pronto se pondrá de moda en todo el mundo, aunque quizá sea pronto todavía para afirmar que lo podremos ver este mismo verano de forma asidua. Los corsés pueden hacer las veces de top y de cinturón, culminando así el paso que la ropa íntima ha dado hacia el street style, con el bralette como máximo exponente de este cambio radical en la moda femenina.
