El Valle de Arán, situado en la provincia de Lleida, es una de las zonas más bonitas de España ya que su economía se basa en la ganadería y en la explotación forestal, lo que propicia maravillosos paisajes que atraen a multitud de turistas cada año, especialmente a aquellos que andan buscando zonas rurales tranquilas y de gran belleza.
Al norte, cerca del Alto Arán, los pequeños municipios ganan encanto gracias a la presencia de los Pirineos, montañas que adornan el horizonte y que permiten realizar multitud de actividades al aire libre. Entre esos pueblos encontramos Salardú, población que cuenta con alrededor de quinientos habitantes y que ofrece al visitante muchas cosas que ver y hacer, además de una amplia gama de apartamentos en Salardú muy acogedores y tranquilos para el huesped.
La Iglesia de San Andreu es la joya de la corona de este pequeño pueblo. Su campanario octogonal y sus ventanales góticos son dignos de admirar, sobre todo cuando la nieve los adorna, creando una estampa de ensueño. En su interior, además, se encuentra la talla románica del Cristo de Salardú, que data del siglo XII y que preside el altar mayor junto a diversos frescos restaurados recientemente.
La Plaza Mayor de la localidad es otro de los lugares con encanto que ningún turista debe perderse. Se encuentra en el centro del casco antiguo y cuenta con una fuente del siglo XIX digna de admirar. En la Plaza se pueden encontrar también restos del antiguo Portal de Pallars, así como diversas partes de una muralla que protegía al castillo que reinó durante muchos años en este municipio. Pasear por la parte antigua es un viaje hacia el pasado y de hecho es fácil encontrar ventanales del siglo XVII en muchas de las casas de esta parte de Salardú.
Otro de los mayores atractivos de Salardú son las diversas festividades que se celebran allí a lo largo del año. En mayo, por ejemplo, tiene lugar la Fiesta de la Santa Creu, en la que todas las cruces de las iglesias de los pueblos de la zona acompañan a la del Cristo de Salardú en la Iglesia de San Andreu. Posteriormente tiene lugar una misa y una procesión, y durante tres días los visitantes pueden deleitarse con actividades típicas como la corta de troncos, el tiro al plato y bailes tradicionales.
Ya en octubre tiene lugar la Fiesta de la Ganadería, un evento que se remonta a la época en la que los habitantes de la zona vendían los animales que cazaban en la montaña y que por esa época descienden desde las más altas cumbres. A día de hoy se mantiene ese espíritu comerciante con todo tipo de productos típicos de la comarca como la miel, el salchichón, la longaniza, el yogur, la sidra, el vinagre o el delicioso paté.
Por último, en noviembre se celebra la Fiesta de San Andreu, patrón de la localidad y día grande en el que multitud de habitantes de la zona del Valle de Arán se desplazan hasta la Plaza Mayor para realizar diversas actividades, bailar y degustar la comida tradicional.
