En 2016, las ciberamenazas más grandes del mundo estuvieron relacionadas con el dinero, la información y el deseo de interrumpir servicios, incluyendo el mercado sumergido de decenas de miles de credenciales de servidores comprometidos.
Sistemas de cajeros automáticos hackeados, ransomware y malware de banca móvil, así como ataques de ciberespionaje dirigidos y la piratería y descarga de datos confidenciales, según recogen los informes anuales Security Bulletin Review y Statistics de Kaspersky Lab publicados hoy.
Este año, los analistas de Kaspersky Lab también descubrieron hasta qué punto las empresas son capaces de detectar con rapidez un incidente de seguridad: el 28,7% confirmó que les llevó varios días descubrir el incidente, mientras que el 19% admitió que tardó semanas.
Para una pequeña pero significativa minoría, el 7,1%, fueron meses los que pasaron hasta que fueron conscientes. Entre los que más tardaron, el descubrimiento se produjo la mayoría de las veces a través de una auditoría de seguridad externa o interna, o la alerta de un tercero, como un cliente o un partner.