Los prototipos o conceptos de pantallas plegables, flexibles y enrollables que han nacido de las manos de Samsung son ya incontables.
En muchos casos no han pasado de la anécdota, quedando en estados avanzados pero previos al lanzamiento, pero en otros, según ciertas informaciones, han sido prácticamente una realidad, sin llegar a alcanzar el ámbito comercial como sí hizo el Note Edge como padre de todo lo que vendría después.
Tras todos estos años trabajando en diversos proyectos, parece que en 2017 se podrá celebrar el momento en que, tras casi tres años desde la aparición de la curva del Note Edge, el smartphone reinvente sus formas y pueda ser doblado, es decir, que permita que se pliegue la pantalla.
Para hacerse una idea, lo mejor es, además de observar las imágenes de las patentes, pensar en un smartphone actual como si se tratara de un terminal de «concha» que se puede poner completamente recto y formar una sola pantalla.
Son varias las fuentes que apoyan la idea de que será el próximo año cuando vean la luz, y si de algo tienen hambre los usuarios, es de novedades en un mundo móvil en el que la innovación se ha convertido (positivamente) en evolución iterativa año a año.