Las consolas portátiles de Nintendo han encontrado en tarjetas como la R4 SDHC y otros modelos similares una forma de expandir mucho sus posibilidades.
Desde que comenzaran a expandirse en el mercado de todo el mundo durante la generación de Game Boy Advance, este tipo de tarjetas han ayudado mucho a que los usuarios tengan más opciones en la palma de su mano.
Han sido testigo de multitud de debates sobre si son o no legales, y se han convertido en el principal enemigo de Nintendo a la hora de mantener sus consolas lo más herméticas posibles para evitar que se haga uso de piratería en ellas.
Para los usuarios la generación de Nintendo DS se convirtió en la del descubrimiento de las tarjetas compatibles con las máquinas del fabricante japonés.
Aparecieron muchos modelos muy diferentes entre sí y cada vez hubo más personas que se beneficiaron de lo que proponían estas tarjetas.
Con la llegada de las Tarjeta Nintendo dsi xl la evolución de este accesorio continuó hacia adelante, y se ha convertido en una buena pieza en el desarrollo y expansión de estas consolas portátiles.
Tarjetas y piratería
Es conveniente aclarar que los usos que se le pueden atribuir no están en su totalidad directamente relacionados con la piratería. Si bien es cierto que las copias de seguridad son una de las partes fundamentales de este tipo de tarjetas, no se trata del único recurso.
Y en muchos de los casos es sabido, a la vista de la experiencia de los usuarios, que las copias de seguridad no se utilizan únicamente con fines ilegales.
En algunos casos los usuarios concentran las copias de seguridad en una misma tarjeta para, en desplazamientos, no tener que cargar con multitud de cartuchos en su bolsa de transporte.
En otros casos hay usuarios que realizan pruebas rápidas de copias de seguridad y las borran en un plazo de 24 horas, decidiendo después si les interesa realmente adquirir el juego que han llegado a probar.
El problema de las tarjetas de Nintendo se encuentra en el uso desproporcionado de las mismas por parte de algunas personas, lo que ha llevado a que no existan límites y a que se conviertan en inventos perseguidos de forma constante.
Afortunadamente, además de usuarios que no encuentran punto medio en lo vinculado con usar copias de seguridad, quienes afectan al mercado al no comprar ningún juego original, existen otras personas que utilizan estas tarjetas de maneras más consecuentes.
Por ejemplo, las tarjetas de Nintendo permiten la carga en la consola de software independiente, como programas y juegos amateur creados por usuarios en su tiempo libre, sin saltarse ningún tipo de copyright. Esto es lo que, a la larga, le da valor a este tipo de tarjetas.
