La ascensión al poder de Arsaces, líder de la tribu Parni, les aseguró la victoria contra el protectorado Seleúcida de Parthava, que se había debilitado en sus intentos de liberarse del gobierno Greco-Macedonio.
De esta forma comenzó el surgimiento del Imperio Parto oriental, comparable a la dinastía Aqueménida que fuera una de las pocas que se acercara al poder y riqueza de Roma.
Una confederación de tribus, los Partos son afamados por sus caballos, sus arqueros nómadas a caballo y la caballería pesada, desarrollando sus características armaduras a escala de hierro y bronce tanto para la montura como para el jinete.
Para su infantería confía a los guerreros Persas/Iranís, las unidades de escaramuzas y de arqueros y algunas veces mercenarios, armados y equipados a la moda Seleúcida.