En plena ebullición en el proceso de desarrollo de negocios y dele-commerce TTQS, empresa dedicada a la traducción e interpretación, informa de que un 60% de clientes extranjeros no comprarían en webs que estuviesen mal traducidas.
El objetivo que persiguen las empresas que solicitan traducir su web a varios idiomas es el de ampliar y expandirse a nuevos mercados.
La globalización 2.0 requiere una mayor exigencia en el escaparate que supone disponer de una página web que además incluya una tienda online. En juego: la imagen de la empresa.
Por ello, se han detectado diferencias negativas de hasta un 25% en cifras de venta electrónica en webs que tienen errores palpables en su traducción, bien en la descripción de sus productos o bien en las condiciones de pago y envío.
Los idiomas a los que más se traducen las páginas web en castellano son el inglés, que lo solicita casi el 90% de las empresas, el francés, el alemán y el ruso, por este orden. A nivel nacional, el catalán, el euskera y el gallego son otras peticiones con una importante demanda de traducción. Además de cuidar los mercados internacionales las empresas apuestan por los mercados nacionales.