Twitter cerró sus oficinas hasta el lunes 21 de noviembre, según un comunicado oficial al personal. La compañía no dio una razón para la decisión, pero los informes indican que simplemente hay demasiadas personas que renuncian. Se citó a Elon Musk diciendo que “las mejores personas se quedan” y que no está “superpreocupado”.
Los planes de Musk para hacer que Twitter sea más estable desde el punto de vista financiero incluían vender una marca azul verificada a cualquiera que esté dispuesto a pagar 8 dólares por mes, así como despedir a la mitad de la fuerza laboral para tratar de minimizar los gastos.
El personal de Twitter tuvo tiempo hasta ayer, 17 de noviembre, para firmar un compromiso por largas jornadas o irse con tres meses de indemnización. Los exempleados están tuiteando que entre el 74% y el 90% de los trabajadores decidió optar por la compensación en lugar de ser “extremadamente duro” y regresar a la oficina.
Un ex trabajador le dijo a la BBC que esperan que se queden menos de 2,000 personas, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de la fuerza laboral inicial de 7.500. También revelaron que todo su equipo fue despedido: “No quería trabajar para alguien que nos amenazó por correo electrónico varias veces diciendo que “solo los tuiteros excepcionales deberían trabajar aquí” cuando ya trabajaba entre 60 y 70 horas a la semana”.
Más tarde, el nuevo propietario y director ejecutivo continuó con su habitual juerga de tuits, diciendo que para hacer una pequeña fortuna en las redes sociales, debe comenzar con una grande, y luego reveló que Twitter alcanzó un nuevo máximo histórico en uso, luego publicó un emoji de bandera pirata y terminó con un meme grave, que representa a Twitter celebrando su muerte.
