Cambios en las leyes sobre los videojuegos

El Gobierno español, con especial énfasis de Unidas Podemos, sigue muy preocupado por tomar medidas que impulsen la igualdad de género y que poco a poco vayan limando las diferencias existentes entre hombres y mujeres. Aunque la situación en España no es ni mucho menos la que presentan otros países, donde esa brecha es mucho más pronunciada, aún queda camino por recorrer en pos de la justicia social y la igualdad de oportunidades.

Una de las referencias que toma el equipo de gobierno es la posición de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que defiende «la necesidad de tomar medidas para prevenir y luchar contra el machismo en la esfera pública y privada, en el ámbito educativo, divulgativo y cultural».

Esta afirmación también se toma como referencia a la hora de tratar el mundo de los videojuegos, una forma de entretenimiento con una gran difusión en España, y que cada año sigue creciendo, en especial, en un contexto como el actual, el de la pandemia de la COVID-19, una situación en la que se recomiendan el distanciamiento social y reducir al máximo el número de interacciones. Como es lógico, las circunstancias hacen de los videojuegos una alternativa muy común en los tiempos que corren, lo que los convierte, sin discusión, en parte del panorama cultural español.

Es por eso que desde el Gobierno buscan regular un sector que tiene una gran influencia en la sociedad, sobre todo, entre los más jóvenes. Lo que se pretende es que las leyes españolas contribuyan a la creación de una sociedad más igualitaria.

Diferencias entre hombres y mujeres en el sector de los videojuegos

La preocupación de Unidas Podemos surge de un estudio sobre Género, Gamers y Videojuegos, que afirma que menos del 20% de las personas que trabajan de forma directa en el sector de los videojuegos son mujeres; unas cifras, a priori, bastante bajas.

Además, hay que tener en cuenta los modelos de conducta que son moneda corriente en el mundo digital, en los streams y en las plataformas multijugador, cada vez con más presencia en la sociedad española, en los que abundan las descalificaciones a las mujeres por el simple hecho de serlo; una conducta inapropiada que es necesario corregir.

Una muestra de estos comportamientos las encontramos en el documental Nerfeadas, de Marina Amores y Marta Trivi, que ofrece el testimonio de veinte jóvenes que declaran haberse enfrentado en este sector a productos hipermasculinizados, referentes femeninos sexualizados, desprecios, ambientes de trabajo misóginos y hasta situaciones de acoso. Para cambiar esta situación serán necesarias dos herramientas indispensables: la educación y la pedagogía.

Unidas Podemos pide que se lleven a cabo acciones que sirvan para sensibilizar a la sociedad y poner en valor a las mujeres, de forma que no sean víctimas de prejuicios ni estereotipos de género, lo que evitará que sufran en el futuro comportamientos discriminatorios, algo que va más allá del mundo de los videojuegos y de la cultura.

Asimismo, al margen de la cuestión de género, pero vinculado al mundo de los videojuegos, el Gobierno también estudia gravar y regular las cajas botín de los videojuegos, las llamadas loot boxes, ya que tienen un funcionamiento similar al de las apuestas online: operan según el sistema de recompensa aleatoria, un modo de premiar a los usuarios que puede ser muy adictivo, sobre todo, a edades tempranas.

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