En este 2020, las criptomonedas están dando de qué hablar nuevamente, y esta vez el concepto de moda es DeFi. Aprende con nosotros qué es DeFi y cuál es la razón por la que se ha vuelto tan popular.
DeFi es una abreviatura cuyo ignificado es el de Finanzas Descentralizadas (en inglés Decentralized Finance). Es un sistema abierto que incluye varios tipos de criptomonedas, contratos inteligentes y aplicaciones que reciben el adjetivo de descentralizadas porque están hechas con la tecnología de contabilidad distribuida, la misma con la que son creadas las criptomonedas.
Así, las soluciones creadas en la blockchain (mayormente la de Ethereum, la más popular para este uso) se pueden integrar, combinar y modificar según cada necesidad financiera.
Por ejemplo, actualmente una de las soluciones más difundidas son los préstamos automatizados, que dan rendimiento a usuarios de criptomonedas de todo el mundo.
¿Por qué existen las Finanzas Descentralizadas?
La economía mundial actualmente funciona según dictaminen los gobiernos y los bancos centrales, por lo que muchas personas se ven afectadas por temas de inflación y falta de liquidez. Así, los retornos de inversión se ven reducidos drásticamente, las tarifas que se deben pagar por utilizar soluciones financieras tradicionales son altas y los intereses cada vez son más elevados, por ejemplo.
Una altermativa frente a los problemas del sistema financiero tradicional son las criptomonedas, que dan soberanía financiera a cada persona que decide utilizarlas.
Sin embargo, el acceso a las criptomonedas todavía depende del sistema tradicional, y es aquí donde DeFi encuentra su lugar: otorga a los usuarios una forma de tener el control de su dinero mediante soluciones que no se encuentran en manos de una entidad central. Además, se pueden auditar y cualquiera puede construir a partir de ellas, pues son (en su mayoría) de código abierto.
Con las finanzas descentralizadas el objetivo es construir una red más segura, rentable y eficiente. Para lograrlo, el trabajo colaborativo de la comunidad es clave, pues el proceso de innovación es mucho más rápido.
¿Qué se considera como DeFi?
Profundicemos un poco en lo que es DeFi. En esta categoría podemos encontrar préstamos abiertos, criptomonedas estables (o establecoins) e intercambios descentralizados, entre otras.
Préstamos abiertos
Los préstamos abiertos funcionan de manera similar a los productos tradicionales, pero los usuarios depositan su dinero y ganan intereses mucho mayores si alguien más solicita un préstamo.
Para otorgar mayores niveles de seguridad y transparencia que en el sistema tradicional, los préstamos abiertos aprovechan la tecnologia de contabilidad distribuida y seleccionan a los prestamistas y distribuyen los intereses generados en el préstamo de forma automática. También, ejecutan acciones específicas en caso de incluplimiento de alguna de las partes.
Stablecoins
Las criptomonedas estables o stablecoins son muy populares, pues se trata de un tipo de criptomoneda que protege su precio de disminuciones o aumentos bruscos. Para lograrlo, su valor se ancla al de activos tradicionales como el oro o de una moneda fíat como el dólar estadounidense, por ejemplo. También, existen criptomonedas estables que determinan su precio según un algoritmo.
Un ejemplo de las aplicaciones reales de las finanzas descentralizadas es este Monedero Criptomonedas que integra stablecoins entre su cartera de activos, y además ha anunciado que está trabajando en un sistema de préstamos abiertos para sus usuarios.
Intercambios descentralizados (DEX)
Los decentralized exchanges (DEX) son aquellos que no dependen de un intermediario para que sus usuarios realicen operaciones de compra venta de varios tipos de criptomonedas. No exigen verificaciones de la identidad como en casas de cambio de criptomonedas tradicionales y la seguridad se garantiza mediante programas llamados “contratos inteligentes”.
Riesgos de las DeFi
Con las finanzas descentralizadas los usuarios pueden obtener beneficios que no encuentran en el sistema financiero tradicional, pues cualquiera puede almacenar, comerciar o invertir, sin tener que consignar una serie de documentación que sirva para comprobar su historial de crédito. De igual forma, no hay un intermediario institucional que se quede con una parte sustancial del retorno de una inversión.
Sin embargo, la popularidad de lo que es DeFi en este 2020 recuerda a la que tuvieron las ICO en el 2017, por lo que la lección aprendida en aquellos años es la misma: antes de utilizar una herramienta que gestione nuestro dinero de alguna manera, es conveniente que realicemos una investigación previa para comprobar que no se trata de una estafa.
