La IA ayuda no sólo a predecir el avance del coronavirus, también permite localizar grupos de población más sensibles al contagio; simular escenarios y programar alertas; elaborar planes de contingencia; facilitar la clasificación de pacientes; homogeneizar criterios o dar apoyo en la creación de vacunas y tratamientos. Además, es una herramienta de clave para la gestión y distribución de las ayudas económicas.
“El presente -explica Ramón Trías, presidente de AIS Group- ofrece un escenario cambiante y no disponemos de información histórica que sirva de precedente, sin embargo la IA permite homogeneizar criterios respetando la diversidad de situaciones, medir el impacto de las posibles medidas, mejorar la exactitud de las estimaciones, la eficiencia de las medidas y su productividad, para optimizar la toma de decisiones”.
“La IA no es un remedio milagroso -añade Trias-, es una herramienta que puede resultar muy útil en este momento, pero siempre integrada en equipos de trabajo, al servicio de los expertos, ya sean médicos, gestores, investigadores… La clave está en formar tándem entre la inteligencia artificial y la opinión y experiencia del experto”.