Corría el año 1999 cuando el proyecto universitario de Larry Page y Sergey Brin que luego se convertiría en el gigante Google acababa de nacer, las conexiones a internet se realizaban a través de líneas de teléfono mediante módems de 9.600 bits por segundo, y además si accedías a internet no podías hablar por teléfono. Sin embargo los hogares y empresas conectados a la red crecían de forma exponencial llegando a 1.000.000.
Según Bcnserveis (una de las empresas pioneras del diseño Web en Barcelona), era una época dorada ya que estaba todo por hacer, las páginas Web estaban repletas de publicidad, pop-ups, y muchas de ellas tenían enlaces rotos y virus; para cargar las imágenes se tardaba en muchos casos uno o más minutos, y se hacía mediante barridos progresivos que permitía ir viéndolas poco a poco hasta que se cargasen por completo.
Los programas de diseño Web eran muy rudimentarios y la mayor parte se tenía que programar directamente, encareciendo los costes de los proyectos.
Las páginas Web más espectaculares “al igual que los juegos online” estaban realizados con Macromedia Flash.
El precio de los dominios .com era también mucho más caro que en la actualidad, 10.000 pesetas, unos 60 euros.