La factura electrónica tiene un uso generalizado en países como México, Brasil y Chile, que muy pronto se extenderá al resto de los países de Latinoamérica, una región que actualmente lidera el uso de la factura electrónica en el mundo.
Según SERES, en los últimos años la factura electrónica, e-factura o factura digital se ha convertido en un eje esencial en la relación empresarial en estos países, desplazando poco a poco al papel.
En Latinoamérica el formato electrónico se comenzó a utilizar en algunos países de la región en la década de los 90 y, con la entrada del nuevo siglo, su implementación se aceleró significativamente.
Así, la búsqueda de seguridad, trazabilidad e integridad del mensaje ha conducido a la mayoría de los gobiernos de la zona a establecer una normativa que impulsa la obligatoriedad de su uso y los procesos de “homologación” para intercambiar facturas. En la actualidad, el uso de la factura en su formato digital es obligatorio en Brasil, México, Chile, Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Guatemala.