Para la red social Facebook, la realidad virtual tiene el potencial de convertirse en la plataforma más social de la historia. La adquisición de Oculus y la colaboración con Samsung tienen mucho sentido.
Es necesario la creación de un mercado que no existe y, para ello, aunque el primer objetivo pasa por revolucionar la industria de los videojuegos con la aprobación de los entusiastas, se van acercando a la gran meta, convertir en algo palpable Second Life, el sueño de la década pasada y, con ello, eliminar las barreras físicas como ninguna otras manera de comunicación antes.
Aunque se han mostrado grandes novedades, lo que realmente impresionado ha sido cómo se ha avanzado los avatares, representaciones físicas de cada persona en el mundo virtual, respecto a lo presentado hace seis meses.
Ahora se puede interaccionar, abrazar, sonreír o expresar sentimientos negativos. Pese a ello, son sólo el primer paso de un futuro en el que no será complicado ver personas donde ahora se observan dibujos que tratan de simular personas.
