En las últimas décadas, la automatización de los sistemas industriales no ha dejado de crecer.
La necesidad de las empresas de introducir mejoras en la eficiencia de sus procesos de producción ha sembrado el terreno para una cada vez mayor penetración de la tecnología y de los sistemas conectados a redes corporativas que, incluso, pueden manejarse de forma remota. Sin embargo, además de numerosos beneficios, estas nuevas tecnologías han traído consigo nuevas amenazas.
Los Sistemas de Control Industrial (ICS, por sus siglas en inglés) se han diseñado para perdurar durante muchos años sin que nadie haya tenido en cuenta su seguridad, pese a las advertencias de los expertos.
Hasta hace poco tiempo, el concepto de seguridad ICS se basaba en el hecho de que un sistema aislado era requisito suficiente para mantenerse a salvo de las amenazas. El desconocimiento de las amenazas concretas contra los ICS propiciaba este comportamiento.
El malware común puede causar un daño mucho mayor a una red industrial que a una doméstica o de oficina. La falta de una visión conjunta y de unos mecanismos preestablecidos dificultan la adopción de una estrategia de ciberseguridad adecuada, según Kaspersky Lab.