La UE ha estado presionando por un enchufe de cargador común para teléfonos móviles durante más de una década, pero siempre ha habido una reserva firme: Apple. La semana pasada, el Parlamento Europeo hizo una enmienda a un proyecto de ley que haría que un cargador común sea esencial para los teléfonos (y otros dispositivos inalámbricos). Esta semana, Apple emitió una respuesta.
Cupertino advierte que un cargador común sofocará la innovación y será problemático para los consumidores. Para demostrar su punto, Apple encargó un estudio, que descubrió que el cambio a un único estándar incurrirá en costos de 1.500 millones de euros, mucho mayores que los 13 millones de euros previstos en beneficios medioambientales.
Apple ya ha hecho una transición parcial a USB-C: los últimos modelos de iPad Pro y MacBook usan el puerto exclusivamente (bueno, los portátiles también tienen un conector de 3.5 mm). Y el iPhone 11 Pro duo viene con un cargador USB-C, pero necesita un cable C-a-Lightning para conectarse al teléfono. Hasta ahora, todos los rumores de que el iPhone obtiene un puerto USB-C han demostrado ser falsos.
De todos modos, la Comisión Europea publicará su propio estudio sobre el impacto de un cargador común a fines de enero o principios del próximo mes. Actualmente, la Comisión está considerando la mejor manera de crear legislación para requerir un cargador común.