Hace unos días, Microsoft celebró un evento de hardware repleto de anuncios. También se presentó la sexta actualización principal de Windows 10, la de octubre de 2018.
Sin embargo, en un desarrollo bastante nuevo y preocupante, Redmond decidió retirar temporalmente la actualización, saltándose su fecha de lanzamiento pública original del 9 de octubre y con buena razón. Aparentemente, varios usuarios informaron un problema aislado y Microsoft lo confirmó. Se trata de archivos de usuario que desaparecen después del proceso de actualización.
Eso es realmente un poco preocupante por algunas razones. Por supuesto, primero, está el drama muy personal que uno podría experimentar. Y para aclarar perfectamente la situación, si ha logrado obtener una notificación de actualización o ha descargado el paquete manualmente, no lo instales.
Incluso si la posibilidad de perder datos es bastante pequeña, no tiene sentido arriesgarlos. Además, con la base de usuarios de Microsoft, incluso un 0.1% representa miles de ordenadores potencialmente afectados.
El segundo y un poco desconcertante es el hecho de que dicha actualización aparentemente se salta el anillo de Vista previa de la versión, un sistema de usuarios, específicamente configurado para probar construcciones públicas antes de su lanzamiento.
Otros informes incluso van más allá y afirman que algunos miembros de Windows Insider han estado experimentando problemas de eliminación de archivos en su compilación inicial desde hace algunos meses, insinuando un problema potencialmente más profundo, transmitido a través de múltiples ramas de código de Windows 10. Está el tema de la revisión y la política de garantía de calidad que parece estar siendo un fracaso.
