¿Estás buscando una impresora 3D para tu hogar pero no sabes qué características son las idóneas? ¿No sabes por cuál decantarte? Estamos ante una decisión de compra importante, tanto por el producto en sí como por la inversión.
Desde EntresD dan algunos consejos para que comprar una impresora 3D sea una tarea más sencilla de lo que parece.
IDENTIFICA TUS NECESIDADES
Antes de embarcarte en la compra de una impresora 3D, deberías hacerte distintas preguntas: ¿para qué la quieres?, ¿qué tipo de utilización vas a darle?, ¿va a ser de forma profesional o personal?, ¿harás un uso intensivo?, ¿quieres imprimir en color?, etc. Todas estas preguntas te ayudarán a definir exactamente qué tipo de impresora se ajusta mejor a ti. Puede que ni siquiera necesites comprar una, sino simplemente contactar con un servicio de impresión 3D de forma esporádica.
MARCA UN PRESUPUESTO
Una vez tengas bien definidas tus necesidades para saber qué tipo de impresora buscas, lo mejor será tener muy claro cuánto dinero estás dispuesto a invertir en ella. Los precios de una impresora doméstica difieren bastante a los de una profesional, por lo que si invertimos a ciegas la broma nos puede salir más cara de lo necesario. Del mismo modo, comprar una impresora de un nivel inferior al que realmente necesitas puede ser incluso peor, ya que difícilmente cubrirá tus expectativas.
CONOCE LOS MATERIALES QUE MÁS SE USAN
Cuando te informes sobre el tema verás que no todo se reduce al ABS y PLA, aunque son los más habituales. Muchas impresoras utilizan otro tipo de materiales, como por ejemplo laybrick (textura similar a la piedra), laywood-D3 (aspecto de madera), soft pla (para objetos flexibles), nylon (es reutilizable) o bendlay (es transparente). Por su parte, el ABS es uno de los materiales más versátiles y que mejor se trabaja, mientras que el PLA está hecho a partir de maíz y, por tanto, destaca por ser ecológico.