El gigante del vídeo es el nuevo elemento en la batalla por lo social de Google. El objetivo es que los creadores no dependan de sus blogs, páginas de Facebook o perfiles de Twitter para comunicarse con sus audiencias.
En su batalla con Snapchat, Facebook intentó crear aplicaciones similares que acabaron en el fracaso y el olvido, pero al final lo que parece haber solucionado es utilizar una aplicación relacionada establecida de forma masiva como Instagram y reorientar partes para competir. De momento, parece estar funcionando.
Google quiere hacer lo mismo. Tras años intentando como entrar en el terreno de lo social de forma efectiva lanzó numerosas aplicaciones, e incluso aún sigue intentándolo con nuevos servicios. Pero su nuevo plan podría funcionar.
YouTube, que en la nueva jerarquía de Alphabet sigue establecida como subsidiaria de Google.