El mes de marzo ha sido un mes convulso en lo que a la privacidad de los usuarios se refiere. Numerosas filtraciones, vulnerabilidades en aplicaciones e incluso una cesión no autorizada de datos pertenecientes a cuentas de Facebook han protagonizado las últimas semanas y han despertado numerosas conciencias e incluso bajas en algún servicio online.
La privacidad puesta en entredicho
La cesión no autorizada de los datos de 50 millones de usuarios de Facebook a la empresa Cambridge Analytica ha provocado un gran revuelo, sobre todo tras averiguarse que estos datos se utilizaron para influir en el voto de elecciones tan trascendentales como las presidenciales de EEUU o el referéndum del Brexit.
La recopilación y posterior venta de estos datos por parte de un investigador de la Universidad de Cambridge que, en principio, solo quería realizar un test de personalidad era conocida por Facebook desde 2015 y, aparentemente, pidió el borrado de esta información. Ahora sabemos que no se realizó y, además, la información fue usada sin conocimiento de los usuarios afectados.
Este incidente junto con la preocupación de algunos usuarios que, tras comprobar la información que Facebook almacena de ellos y observaron cómo se incluían datos relacionados con las llamadas de teléfono y el envío de mensajes SMS, han hecho de marzo un mes difícil para la red social: le han llovido críticas de todos lados por no gestionar adecuadamente la información que esta red social recopila de sus usuarios.