En los próximos cinco años, el crecimiento exponencial de usuarios móviles, las demandas de digitalización de los negocios, las conexiones Internet of Things (IoT) y el imparable consumo de vídeo móvil impondrán enormes retos sobre las redes, que deberán también hacer frente al incremento de tráfico y de velocidad.
Para soportar estas y otras demandas de futuro -incluyendo la evolución de servicios empresariales, IoT y 5G- los proveedores de servicios deberán realizar una importante transformación de arquitectura en términos de automatización y mayor capacidad de programación.
Orange sabía que implementado nuevas arquitecturas sobre sus plataformas de red escalables y automatizando un gran número de tareas y operaciones podría reducir sus costes operativos y de capital.
La compañía apostó por optimizar su eficiencia operativa implementando la plataforma de software Cisco Network Services Orchestrator (NSO) en su red actual y futura como pilar básico para facilitar la capacidad de programación de la infraestructura y optimizar operaciones y servicios mediante la automatización.
