Cada vez son más los dispositivos existentes para el almacenamiento de datos e información. En caso de tener que recuperar información de un disco duro averiado, la mejor situación es que el disco haya sufrido un fallo electrónico o lógico, no físico.
Cuando el disco ha sufrido un fallo físico (caída, rotura, pérdida de energía) la recuperación es más complicada ya que hay que sustituir piezas mecánicas para recuperar los datos. Se necesita un disco donante y por ello, es la recuperación más costosa, tanto económicamente como profesionalmente. Solo el 75% de las recuperaciones físicas se llevan a cabo.
Los fallos lógicos pueden deberse a un formateo, el borrado accidental de archivos o la corrupción de algún fichero. Los componentes del disco duro siguen funcionando correctamente, pero los datos son inaccesibles.
La recuperación es complicada ya que se pierde la estructura de los datos – esto pasó con Petya -. Hay que escanear el disco con herramientas especializadas disponibles en laboratorios especializados como el de Guardion, la recuperación tiene éxito en más del 95% de los casos.
