Cada vez más gente se atreve a realizar trabajos de carpintería, fontanería o jardinería en su propia casa, y es que gracias a las páginas web especializadas y a los tutoriales de Youtube, cualquiera puede aprender paso a paso cómo realizar estos trabajos de forma sencilla y barata, prescindiendo así de la mano de obra de profesionales del sector. De igual forma, pintar mobiliario y habitaciones puede resultar muy sencillo si tenemos a nuestra disposición tiempo, ganas, paciencia y, sobre todo, herramientas adecuadas.
La pistola para pintar eléctrica ha sido el gran invento en este campo para aplicar la pintura de forma rápida, limpia y consiguiendo un acabado de calidad. Además, aprender a usarlas es muy fácil y tan solo es necesario realizar un par de pruebas sobre un cartón o una tabla de madera vieja para familiarizarse con ellas.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que mientras se pinta con este tipo de pistolas, aguantamos un peso considerable puesto que la herramienta eléctrica y el depósito de pintura no son precisamente ligeros. También cabe señalar que este tipo de pistolas crean una nube de pintura en el aire con la que hay que tener cuidado, por lo que conviene realizar los trabajos con una mascarilla protectora para evitar inhalar una cantidad considerable de sustancias potencialmente tóxicas.
Esta herramienta se usa para trabajos sencillos que requieren poca cantidad de pintura ya que como señalamos anteriormente, sostenemos el peso del depósito con nuestras manos, por lo que éstos suelen ser de pequeño tamaño. La pistola eléctrica es muy útil, por tanto, para pintar vallas, muebles de jardín, armarios o escritorios.
Existen también otros tipos de pistolas que se usan para realizar tareas algo más laboriosas. Así, podemos encontrar la pistola con turbina, en las que la mayor parte del dispositivo es externo, permitiendo manejar la pistola de forma más cómoda y eficiente. Esta herramienta se usa en paredes y permite ahorrar tiempo y trabajar más rápidamente. Por otro lado, la pistola airless funciona con aire comprimido y cuenta con mayor potencia que las anteriores. Son usadas en grandes superficies y están diseñadas para los profesionales del sector.
En las tiendas de bricolaje encontramos un amplio abanico de pistolas de pintura y los precios suelen variar de forma notable de un tipo a otro. Las más simples, válidas para trabajos sencillos, suelen rondar los 60 euros y entre ellas la Wagner W95 es la más conocida y una de las más usadas. Si queremos pintar paredes o superficies algo más extensas, los precios aumentan y en llegan a los 100-120 euros, con productos como la Earlex HV, la cual incorpora una turbina externa que permite moverse con mayor facilidad. Por último, las pistolas airless son las más caras pero también las que mejores resultados ofrecen, ahorrando mucho tiempo y consiguiendo acabados excelentes. La Magnum A10 supera los 300 euros pero pulveriza todo tipo de materiales, desde esmaltes hasta pinturas de viscosidad alta gracias a su mayor potencia. Además, está indicada tanto para interior como para exterior puesto que se trata de una herramienta muy limpia que aprovecha la pintura al máximo.