Después de años “bombardeando” nuestra bandeja de entrada con cientos de correos al día, las webs de descuentos de toda la vida se han quedado obsoletas. Un sector que ha basado su modelo de negocio en las compras masivas de ocio por Internet y que al principio ayudaba a los comercios a aumentar el número de clientes, gracias a descuentos atractivos pero poco rentables. Las tiendas necesitaban vender mucho para mantener un negocio que apenas daba beneficios.
“Uno de los mayores errores de las empresas de descuentos tradicionales ha sido no aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para adaptarse al entorno móvil” apuntan desde MYGON.
Según el último informe sobre el uso las apps móviles en España, realizado por The App Date, en España, el 36% de las compras de ocio por Internet ya se hacen a través del móvil.
En un principio, todas las webs de descuentos funcionaban igual.
Llegaban a acuerdos con cientos de comercios que ofrecían importantes rebajas en sus servicios, para llegar a un mayor número de clientes. De manera que el usuario se registraba en la web y empezaba a recibir ofertas mediante cupones que tenían que imprimir, para después canjearlos en las tiendas en la fecha indicada. Esto agotaba la paciencia de muchos clientes que cada día recibían decenas de ofertas, que ni siquiera les interesaban y mandaban directamente a la papelera.