El colegio San Juan Bosco de Horta acogerá este fin de semana la novena edición de la First Lego League Barcelona (FLL), la tercera edición que organiza la Escuela Universitaria Salesiana de Sarrià (EUSS), adscrita a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
La finalidad de la competición, que girará alrededor del futuro de la educación, es la de promover entre los jóvenes la inquietud por la ciencia y la tecnología. Además, la iniciativa promueve valores como el trabajo en equipo y la innovación a través del diseño y la construcción de robots programables con piezas de LEGO.
Encontrar la mejor manera o la más innovadora de ayudar a una persona a aprender. Este es el reto de la edición de este año que lleva por título World Class. Así, los equipos de la FLL competirán con sus robots ideales en materia de educación. En un intercambio de papeles, los jóvenes, de entre 10 y 16 años, serán los que enseñen a los adultos el futuro de la enseñanza. Partiendo de cómo adquirimos conocimientos y habilidades en el siglo XXI, la finalidad es idear la mejor manera de hacerlo en un futuro.
A través de este emblemático juego, los equipos deberán superar pruebas con sus robots programables construidos con piezas de LEGO para conseguir los retos marcados. “Se trata de una competición amistosa donde prevalecen valores como el trabajo en equipo y las ganas de aprender y experimentar con los compañeros”, comenta el director de la EUSS, Andrés Moreno. Además, afirma que jornadas como estas donde se fomentan este tipo de valores entre los niños “contribuyen a buen seguro en el futuro de la sociedad”.
La FLL en España y en el mundo
En los torneos locales, entre 100 y 130 equipos se han disputado pasar a la final de Barcelona. Los premiados de esta Gran Final tendrán la oportunidad de participar en la final estatal y en torneos internacionales como el World Festival de St. Louis (EEUU ) o el Open European Championship (Pamplona), donde participan estudiantes de múltiples países. El número de equipos inscritos en la FLL BCN de este año es de 64 y recibe el apoyo de más de un centenar de voluntarios que cada año dedican su esfuerzo a hacer posible la competición. Se trata de estudiantes, profesores universitarios, familiares y amigos de los participantes que trabajan en las diferentes fases de la organización del evento.
