Microsoft dice que las consolas Xbox One y PS4 no emiten diferencias si no pasan de pantallas de más de 60 pulgadas, eso es casi posible si montamos un panel gigante de 80 o 100 pulgadas.
“Absolutamente, creo que es un problema de percepción. Si pones juegos third-party uno al lado del otro funcionando a diferentes resoluciones y tasa de imágenes, a menos que estés utilizando una pantalla con más de 60 pulgadas te desafío a que realmente veas la diferencia. Personalmente a mi me cuesta mucho verla”.
“Sin duda es importante. Si eso conduce a la percepción de que una máquina es más potente que otra, entonces es importante, y estamos tratando que los desarrolladores puedan traer juegos a Xbox One en la más alta resolución y velocidad de imágenes posible”.
“Hay un poco de potencia de la GPU asignada a Kinect que ahora hemos liberado para los desarrolladores por si quieren mejorar sus juegos. Sin embargo, quiero señalar que es absolutamente responsabilidad del desarrollador cómo usar esa potencia extra”.