El principal inconveniente de la mayoría de los teléfonos de última generación es su elevado precio. Conseguir el último modelo de Apple o Samsung, las marcas de smartphone más populares, suponen un desembolso de más de 500 euros si el terminal está liberado.
Las compañías de telefonía móvil al ver la gran demanda de éstos terminales ofrecen todas las facilidades y descuentos para que los usuarios puedan hacerse con estos dispositivos, que en multitud de ocasiones pueden resultar poco rentables.
Según la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones), pese a que la mayoría de los usuarios buscan ahorrar en la factura de telefonía móvil a la hora de cambiar de operador, un tercio de los usuarios lo hacen con el fin de cambiar de terminal.
Según Pablo Reaño, socio creador de Weplan, “cambiar de operador con el objetivo de renovar el teléfono móvil puede salir muy caro. Las grandes compañías suelen ofrecer los smartphone más novedosos y para ello ofrecen modalidades como el pago a plazos para que los usuarios muerdan el anzuelo”.
Estas facilidades para conseguir un dispositivo de última generación son, según Reaño, un gancho para que los usuarios contraten una tarifa que no suele corresponder con su consumo. “Al final si sumas las mensualidades que pagas por tu nuevo terminal y por la tarifa contratada, el precio va a ser mucho más elevado que si hubieras comprado un teléfono libre y contratases tu tarifa óptima”, añade: “por eso hemos creado Weplan, para arrojar luz al mercado de la telefonía móvil y ayudar al consumidor a elegir su tarifa óptima”.
