La moda de las aplicaciones móviles no deja indiferente a nadie y menos a los políticos, a quienes ya les ha jugado alguna que otra mala pasada durante este año.
Y es que más de uno se ha visto sorprendido en horario de sesiones utilizando sus dispositivos móviles para jugar y evadirse de la muchas veces cruda realidad política.
El caso más reciente lo protagonizaron ayer los diputados del PP Bartolomé González y María Isabel Redondo cuando aprovecharon la votación en la Asamblea de Madrid del plan de gestión privada de la sanidad para echar una partida al Apalabrados, el juego de moda del 2012 con más de ocho millones de descargas, según madvertise.
Parece que los políticos no se resisten a la moda de las aplicaciones. También la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, tuvo más de un quebradero de cabeza cuando el pasado mes de junio publicó en Twitter su puntuación tras jugar al Shoot Bubble durante la comparecencia de Rajoy sobre el rescate a España.
Este descuido sirvió al popular juego de explotar burbujas para alzarse con el primer puesto de las apps más descargadas en dispositivos Android.
Asimismo, más allá de las fronteras españolas muchos políticos se han declarado fans inincondicionales de las aplicaciones. Éste es el caso del primer ministro británico, David Cameron, quien confesó ser adicto a Angry Birds.
