Microsoft ha anunciado que, con efecto inmediato, subirán los precios de todos sus productos Xbox. Esto incluye consolas, mandos, accesorios e incluso títulos propios de Xbox.
Las consolas están sufriendo, con diferencia, los mayores aumentos de precio: la Series X recibe un sustancial aumento de 100 dólares respecto a los modelos estándar y la exorbitante suma de 130 dólares para la Edición Especial Galaxy Black. Mientras tanto, la Series S ve un aumento de aproximadamente 80 dólares respecto a su precio original.
Los aumentos se extienden a los accesorios, donde los controladores ahora cuestan entre 5 y 40 dólares más que antes, junto con los auriculares.
Más importante aún, Microsoft también aumentará el precio de algunos de sus nuevos títulos propios, que pasarán de 70 a 80 dólares para la versión estándar a partir de estas fiestas. Lo único que no subirá de precio es el servicio Game Pass, que se mantendrá igual y se volverá aún más atractivo, ya que incluye todos los títulos propios, así como varios títulos de terceros.
A diferencia de otras marcas, Microsoft está implementando estos aumentos de precios a nivel mundial. La compañía culpa a las condiciones del mercado (léase: aranceles) y al aumento del costo de desarrollo, pero es inevitable pensar que se trata de una estrategia oportunista, considerando que Nintendo también acaba de subir sus precios al lanzar un título propio de 80 dólares.
