La campaña lanzada por ciberdelincuentes para diseminar el ransomware WannaCry (o WannaCryptor, detectado por ESET como Win32/Filecoder.WannaCryptor) pilló con la guardia baja a muchas empresas, pero sirvió para poner en alerta al resto de usuarios.
Desde la compañía de software de seguridad se advierte de que “la amenaza sigue ahí y no solo afecta a empresas“. El ransomware, ese tipo de malware que bloquea los equipos infectados y cifra los archivos que almacena (fotos, vídeos, documentos…) para pedir el pago de un rescate a cambio de su recuperación, puede afectar tanto a usuarios particulares como a empresas “y el resto de sistemas tampoco están a salvo“, subraya Josep Albors, responsable de investigación y concienciación de ESET España.
“Existe ransomware dirigido a MacOS y a Linux, pero es en Android donde, desde los laboratorios de ESET, hemos registrado un mayor aumento de casos”, continúa el experto.
Si bien los primeros casos de ransomware para Windows comenzaron a observarse a mediados de 2013, el ransomware dirigido a dispositivos Android comenzó a popularizarse un año después.
Según ESET LiveGrid, el sistema de alerta temprana basado en los envíos automáticos de ficheros sospechosos realizados de forma voluntaria a través de las soluciones de seguridad de ESET, desde entonces el número de detecciones de ransomware para Android ha crecido año tras año en tasas interanuales de más del 50%, con el pico más elevado en la primera mitad de 2016.