Durante el pasado mes de febrero los smartphones y otros dispositivos conectados pertenecientes al conocido como Internet de las Cosas han tenido un protagonismo especial, y no solo por la celebración en Barcelona del Mobile World Congress, sino por las amenazas que han sufrido, algo que ya no extraña tanto.
Smartphones como un objetivo favorito
En febrero, el laboratorio de ESET detectó las primeras muestras de Mazarbot, un malware para Android que se hace pasar por una aplicación para enviar MMS. Esta aplicación, sin embargo, es en realidad un troyano mediante el cual los delincuentes pueden tomar el control del dispositivo.
Este troyano no es una excepción, tal y como se observa en la investigación realizada durante los últimos meses en Google Play y que ha demostrado que los troyanos del tipo “clicker” siguen campando a sus anchas en la tienda oficial de aplicaciones de Google.
Se trata de troyanos que abren enlaces de webs con contenido pornográfico de forma invisible al usuario. De esta forma, los delincuentes consiguen sus beneficios aprovechándose de los móviles y del consumo de datos de los usuarios infectados.