Con la Ley de Moore llegando a su límite, la computación cuántica va a ser uno de los avances que permitirá entrar en una nueva era de la innovación industrial.
Los ordenadores cuánticos prometen importantes avances en el campo de la optimización y la simulación informática que con los ordenadores de hoy en día no son posibles.
Si se pudiera construir un ordenador cuántico de únicamente 50 bits cuánticos (qubits, por sus siglas en inglés), ninguna combinación de los superordenadores que forman parte de la lista TOP500 podría superar su rendimiento.
El logro de IBM, descrito en el número del 29 de abril de la revista Nature Communications, muestra por primera vez la capacidad de detectar y medir dos tipos de errores cuánticos (bit-flip y phase-flip) que tendrán lugar en cualquier ordenador cuántico real.
Hasta ahora solo era posible tratar un error u otro, pero nunca los dos al mismo tiempo. Este avance significa dar un paso necesario para corregir los errores cuánticos, lo cual es un requisito fundamental para construir un ordenador cuántico de uso práctico, fiable y de gran escala.
El nuevo y complejo circuito cuántico, basado en un entramado de cuatro qubit superconductores sobre un chip de aproximadamente un cuarto de pulgada cuadrada, permite detectar los dos tipos de error al mismo tiempo. Al optar por un diseño con forma cuadrada en vez de un segmento lineal –el cual impide la posibilidad de detectar las dos clases de error de forma simultánea-, el diseño de IBM muestra el gran potencial de aumento de dimensión, al poder añadir más qubits que lleven a un sistema cuántico con uso práctico.
Por ejemplo, en física y química, una ordenador cuántico podría permitir que los científicos diseñaran nuevos materiales o componentes de medicinas sin tener que hacer costosos experimentos y pruebas de laboratorio. En definitiva, se podría innovar más rápidamente en muchas industrias.