Enero se asocia a innumerables nuevos propósitos y al comienzo de proyectos, en una lista encabezada por la promesa de sobreponerse a los excesos navideños.
Las dietas y el gimnasio se convierten en compañeros inseparables, o en planes muy lejanos. En ambos casos, recuperar la forma y los hábitos más saludables es cada vez más llevadero gracias a la tecnología, que nos reconcilia con nuestro cuerpo y nos enseña a alimentarnos, cuidarnos y divertirnos.
Aplicaciones para móviles como MyFitnessPal son las responsables de esta nueva forma de entender la vida sana sin necesidad de recurrir a la ayuda de entrenadores personales ni dietistas.
Con ellas aprendemos a medir las calorías y otros valores nutricionales de nuestras comidas más habituales y podemos ajustar así nuestra alimentación para adelgazar, ganar peso o controlar la ingesta de glucosa en el caso de diabéticos.
Y si por un lado se suman calorías a través de la alimentación, la balanza se equilibra restándolas con ejercicio. Solo queda elegir el escenario donde practicar nuestro deporte favorito: el gimnasio, el campo o las aceras de la ciudad para los amantes del running o de los paseos.