Diablo III, Dragon’s Dogma y World of Warcraft permiten al usuario el cambio en su totalidad con los personajes y eso no gusta del todo a quien juega.
El título que lo hace pierde mucho al final, es una cosa que al final llega a tener por otro lado el punto negativo, sin duda una cosa que a la larga quita vida por darle poderes casi absoluto.
“Los humanos somos muy buenos en buscar, valorar y recordar información que nos haga sentir mejor sobre nuestra situación actual, es como un sistema inmune para protegernos cuando las cosas están por debajo de las expectativas, que nos permite aprovechar oportunidades, tomar decisiones y vivir con ellas”.
“Los desarrolladores no deberían sentirse encadenados a la conveniencia como un principio de diseño inmutable, y no deberían confiar en los jugadores, que no siempre son capaces de predecir cuán felices estarán con sus elecciones”.