“Tras un inicio lento se ha convertido en algo muy positivo. Definitivamente tiene piernas muy largas. Creo que las experiencias narrativas poseen una tendencia para ello. Alan Wake es como un clásico de culto si te gusta”.
“Mucha gente que ha jugado y disfrutado de la historia siente la necesidad de contárselo a sus amigos y otros jugadores, diciéndoles que han de probarlo o que necesitan jugarlo”.
“Alan Wake está muy cerca de nuestros corazones. Es nuestra IP, la poseemos. No es algo que vayamos a olvidar fácilmente”, dijo el desarrollador de Alan Wake.
“Después de Max Payne podríamos habernos ido, literalmente, todo el equipo y sentarnos en una playa para beber cócteles todo el tiempo. No es ningún secreto que la franquicia Max Payne se vendió por 45 millones”.
“Esto nos pone en una situación muy prometedora, porque nuestros corazones están cerca de crear juegos y no de cócteles en la playa”, comentó Hakkinen.