Según un análisis sobre la implantación de la tecnología de certificación y autentificación electrónica y el mercado de firma electrónica en España.
Sólo el 1% de las compañías de nuestro país utiliza esta tecnología en su actividad cotidiana (contratos, pedidos, nóminas y notificaciones a clientes y proveedores, etcétera.)
Tal y como figura en el informe de Adverados, esta misma situación es la que rige el uso del DNI-e. Así, con un parque instalado de cerca de 2 millones de lectores, su uso se circunscribe a menos del 1% de la población.
Prácticamente la mitad de las empresas españolas posee un certificado digital (paso previo para usar la firma digital y realizar comunicaciones certificadas) y su uso, según declaran ellas mismas, se distribuye entre trámites con la Administración Pública (72%), pago de impuestos (22%) y banca electrónica (25%).
Según el análisis, sólo el 11% de las empresas con certificado, es decir un 5% del total de compañías españolas, emite facturas electrónicas con firma.