Sophos, líder global en seguridad para protección de redes y endpoints, ha detectado que los kits de distribución de ataques ransomware, aquellos que paralizaron a millones de empresas en 2017 y que tuvieron como sus principales exponentes a Wannacry o Petya, son vendidos a través de la Dark Web a precios bastante asequibles (desde 39 euros) y en un formato fácil de usar para cualquier persona con pocas habilidades o conocimientos técnicos.
Estos kits de distribución, conocidos en el mundo de la ciberseguridad como Ransomware as a Service (RaaS), han contribuido a que el azote del ransomware a nivel global haya empeorado en los últimos años no solo porque son asequibles a nivel económico y funcional, sino porque su medición y detección son complicados.
Detrás de estos kits, se desarrolla un negocio que funciona como cualquier empresa legitima que comercializa productos y servicios, ofreciendo con ellos videos tutoriales o foros de ayuda que facilitan el uso de los kits y así promover la mayor eficacia a la hora de infectar equipos. Además, los kits se pueden personalizar dependiendo de la necesidad del comprador.
En la Dark Web se pueden encontrar estos kits de ciberataques por el precio de 39 dólares, en bitcoins o de manera gratuita si el 30% de los ingresos totales obtenidos de la campaña de ransomware se queda en manos de los desarrolladores.