Las empresas día a día se enfrentan a nuevos cambios obligados por la actual situación del mercado, que influyen tanto en su organización como en los resultados obtenidos.
Contar con una herramienta que aporte una visión global de la compañía y permita navegar de forma asistida hasta identificar el motivo que causa la anomalía, en general un problema o una oportunidad, ayuda a tomar decisiones más rápidas y fiables, que podrán suponer una ventaja competitiva en momentos críticos como el lanzamiento de nuevos productos.
Estas herramientas permiten aplicar la metodología del Business Intelligence a todas las áreas de la empresa desde el de finanzas, al de comercial, producción o RRHH, y casi siempre la identificamos como una solución que ayuda en la toma de decisiones; pero ¿es realmente así? Si bien generalmente se aplica para hacer los análisis estratégicos a nivel de gerencia, estas soluciones permiten integrar información de múltiples fuentes y analizarla de forma conjunta e intuitiva, sin necesidad de formación, y desde dispositivos móviles.
El Business Intelligence ayuda a que una empresa sea más inteligente y competitiva, permitiendo que las personas que están involucradas en la toma de decisiones puedan analizar la información, sin tener que pasar por el arduo trabajo de recopilarla, y ver en qué procesos tienen que realizar cambios o a qué problemáticas tienen que adelantarse.
